La danza Contact-improvisation es una actividad orientada principalmente hacia la investigación que rompe con los códigos que rodean normalmente a nuestro cuerpo y amplia nuestros patrones naturales de movimiento. Supone en el fondo una retroprogresión, es decir, una vuelta a los orígenes y a su vez surge como una de muchas respuestas para el hombre de finales del segundo milenio de nuestra era, que solicita nuevas sensaciones y experiencias corporales.
En la danza contact-improvisation el cuerpo humano es sensible a una dinámica de gravedad, pérdidas de equilibrios y suspensiones alternas. Son estas fuerzas realidades a las que se enfrenta cada día de manera inconsciente en la mayor parte del día. Este fenómeno es un tema que ha interesado a muchos personajes de la danza como Doris Humprey precursora de las técnicas que utilizan a la gravedad como recurso dancístico.
El contact-improvisation, creado por Steve Paxton, utiliza el contacto humano como un mecanismo por el cual surgen nuevas propuestas de movimiento tal y como se da en el lenguaje cotidiano, por lo que implica principalmente (aunque no únicamente) la interacción entre dos o más personas. Es una línea de sucesos que se dan de manera espontánea y sólo respondiendo a ciertos principios. Osea, la idea inicial es conocida pero el desenlace es un misterio.
Es una danza basada en el contacto, los pesos y el equilibrio. Los bailarines están a veces sobre el suelo, de pie o también rodando sobre las piernas o espalda del compañero. Supone un constante desafío.
Estamos bailando. Estamos en contacto. Tomo conciencia de cómo mi cuerpo cae hacia el suelo o es arrastrado por él. Tomo conciencia del cuerpo de mi compañero, hacia donde desplaza su peso. Todo depende de la toma de conciencia de nuestro equilibrio, de nosotros.
Estamos compartiendo nuestro peso, nuestras historias,... nos comunicamos.
En la danza contact-improvisation el cuerpo humano es sensible a una dinámica de gravedad, pérdidas de equilibrios y suspensiones alternas. Son estas fuerzas realidades a las que se enfrenta cada día de manera inconsciente en la mayor parte del día. Este fenómeno es un tema que ha interesado a muchos personajes de la danza como Doris Humprey precursora de las técnicas que utilizan a la gravedad como recurso dancístico.
El contact-improvisation, creado por Steve Paxton, utiliza el contacto humano como un mecanismo por el cual surgen nuevas propuestas de movimiento tal y como se da en el lenguaje cotidiano, por lo que implica principalmente (aunque no únicamente) la interacción entre dos o más personas. Es una línea de sucesos que se dan de manera espontánea y sólo respondiendo a ciertos principios. Osea, la idea inicial es conocida pero el desenlace es un misterio.
Es una danza basada en el contacto, los pesos y el equilibrio. Los bailarines están a veces sobre el suelo, de pie o también rodando sobre las piernas o espalda del compañero. Supone un constante desafío.
Estamos bailando. Estamos en contacto. Tomo conciencia de cómo mi cuerpo cae hacia el suelo o es arrastrado por él. Tomo conciencia del cuerpo de mi compañero, hacia donde desplaza su peso. Todo depende de la toma de conciencia de nuestro equilibrio, de nosotros.
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